El restaurante Ikibana Paral·lel se encuentra
situado en Barcelona a pocos metros de la parada de Poble Sec. La oferta
gastronómica se basa en la cocina clásica japonesa fusionada con un estilo
brasileño que consigue dar a los platos una personalidad propia. Tokio y Sao
Paulo son el origen de este restaurante referencia en la gastronomía
barcelonesa y su emergente diversidad cultural.
Ikibana Paral·lel saca el máximo provecho de
la fusión entre Japón y Brasil y ofrece unos sabores únicos basándose siempre
en unos ingredientes de primera calidad. Se trata de un encuentro de
experiencias y estilos entre Oriente y Occidente. Apuesta por la atención en
cada detalle, la presentación impecable de los platos y el ambiente único que
consiguen a través de un local amplio con luz tenue y música de fondo.
En la cocina nos encontramos al chef Alfonso
Aranda, director de toda una orquesta de profesionales que desarrollan e
innovan una amplia selección de platos nipones-brasileños.
Para empezar a adentrarse en esta travesía
del sabor, recomiendo saborear las Coxinha rellena de pollo, shiitake,
togarashi y queso crema de cilantro con salsa de yakitori de mandarina y las
Gyozas al vapor rellenas de carne de ternera, cebolla tierna y cilantro con un
caldo de dashi, setas de shitake y algas tosaka.
Para continuar con la experiencia, ideales
para compartir, encontramos platos como el sorprendente Picasso Uramaki, rollos
de alga nori cubiertos de arroz, rellenos de foie mi-cuit y chips de plátano
envuelto de foie glaseado y caviar de trufa, toda una eclosión de sabor y
contraste de temperaturas en el paladar.
Sin olvidar el inolvidable maki Hot Geisha,
con sake maki temporizado con tartar de dalmón, especias y salsa Taré.
Como platos principales recomiendo el tataki
de ternera rebozado en una mezcla de pimientas, pure de boniato- wasabi y
virutas de foie o el tataki de atún fresco rebozado en sésamo verde y farola,
palmito, rabanito, aguacate y cremoso de guisantes.
Para terminar este viaje de sabores entre
Oriente y Occidente recomiendo la infusión de mandarina con cardamomo y canela,
espuma de crema catalana al tomillo y crumble de malta y el Bizcocho de té verde matcha, lichis, crema de chocolate blanco y lima,
coco tostado y frambuesa. Una experiencia sensorial inolvidable.