LOFT212 presenta una
cocina de fusión muy diferencial y de calidad. Dispone de una barra de pinchos
y tapas immejorables.
Inspirado en los lofts
neoyorquinos de los años 50, Loft 212 es un restaurante de diseño actual y
vanguardista que ofrece una fantástica cocina de inspiración mediterránea con
algún toque asiático. El joven chef Daniel Longán trabaja con productos de
proximidad de alta calidad para crear una excelente propuesta que incluye una
magnífica selección de tapas.
El restaurante LOFT212, en una
de las zonas más concurridas de Barcelona (c/ Valencia 212), presenta una
cocina, inspirada en producto mediterráneo pudiéndose degustar delicadas
exquisiteces en sus dos tipos de cartas: la carta de tapas y pinchos para su
barra, y la del restaurante, con una original cocina mediterránea, en donde
también se pueden apreciar toques de la cocina asiática.
La
carta de la barra está formada por montaditos y pinchos, con un total de 10-12
tapas frías y el resto calientes. En ellas podemos apreciar toques de cocina
asiática, degustar el mejor marisco y, por supuesto, disponer de las tapas más
clásicas. No se puede dejar de probar la morcilla de León. En la carta del
restaurante, abundarán los platos de la cocina mediterránea junto con la cocina
de mercado. Como punto final, aunque no menos importante, encontramos la carta
de los postres, de la cual se destaca la coca de crema como especialidad de la
casa, además de los helados artesanos, la fruta de temporada y la deliciosa
mousse de crema catalana, entre otros.
La recomendación de la casa es empezar degustando
algunas de las tapas como entrante en la barra, para luego seguir con uno o dos
platos principales en el restaurante, una idea original que nos permite
saborear ambos ambientes.
Junto a su hijo y chef, Daniel Longán, el
empresario industrial Alberto Longán ha decidido diversificar su trayectoria,
centrada en el sector industrial eléctrico, y apostar por un restaurante de
inspiración mediterránea, situado en una de las zonas más concurridas de
Barcelona y donde la calidad de los platos ha de ser primordial debido a la
competencia en restauración que hay en el barrio. De este binomio se obtiene la
experiencia y el know how del joven cocinero con el conocimiento empresarial de
su padre.
El precio medio por comensal se estima en un
abanico entre 25 y 35 €.
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