miércoles, 19 de diciembre de 2012

IKIBANA: EXCELENTE FUSIÓN ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE


El restaurante Ikibana Paral·lel se encuentra situado en Barcelona a pocos metros de la parada de Poble Sec. La oferta gastronómica se basa en la cocina clásica japonesa fusionada con un estilo brasileño que consigue dar a los platos una personalidad propia. Tokio y Sao Paulo son el origen de este restaurante referencia en la gastronomía barcelonesa y su emergente diversidad cultural.







Ikibana Paral·lel saca el máximo provecho de la fusión entre Japón y Brasil y ofrece unos sabores únicos basándose siempre en  unos ingredientes de primera calidad. Se trata de un encuentro de experiencias y estilos entre Oriente y Occidente. Apuesta por la atención en cada detalle, la presentación impecable de los platos y el ambiente único que consiguen a través de un local amplio con luz tenue y música de fondo.

En la cocina nos encontramos al chef Alfonso Aranda, director de toda una orquesta de profesionales que desarrollan e innovan una amplia selección de platos nipones-brasileños.

Para empezar a adentrarse en esta travesía del sabor, recomiendo saborear las Coxinha rellena de pollo, shiitake, togarashi y queso crema de cilantro con salsa de yakitori de mandarina y las Gyozas al vapor rellenas de carne de ternera, cebolla tierna y cilantro con un caldo de dashi, setas de shitake y algas tosaka.




Para continuar con la experiencia, ideales para compartir, encontramos platos como el sorprendente Picasso Uramaki, rollos de alga nori cubiertos de arroz, rellenos de foie mi-cuit y chips de plátano envuelto de foie glaseado y caviar de trufa, toda una eclosión de sabor y contraste de temperaturas en el paladar.



Sin olvidar el inolvidable maki Hot Geisha, con sake maki temporizado con tartar de dalmón, especias y salsa Taré.


Como platos principales recomiendo el tataki de ternera rebozado en una mezcla de pimientas, pure de boniato- wasabi y virutas de foie o el tataki de atún fresco rebozado en sésamo verde y farola, palmito, rabanito, aguacate y cremoso de guisantes.



Para terminar este viaje de sabores entre Oriente y Occidente recomiendo la infusión de mandarina con cardamomo y canela, espuma de crema catalana al tomillo y crumble de malta y el Bizcocho de té verde matcha, lichis, crema de chocolate blanco y lima, coco tostado y frambuesa. Una experiencia sensorial inolvidable.





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